Buscar:
  

Hermeticidad, propiedad de ansiada desaparición y perpetua manifestación

Cero más uno, uno;
uno más uno, cero.

Esta oración matemática, cuya estructura podría proceder de la recitación de un nativo digital durante su educación primaria, no pretende resaltar la saturabilidad de la representación digital binaria, sino realizar, y valga el pleonasmo, una abstracta descripción dentro de una introducción abstracta de un objeto no menos abstracto, la cinta de Moebius, Möbius para los sajones, cuya singularidad radica en que posee un único lado. Tras esperar a que los taoístas se recuperen del desconcierto causado por esta peculiaridad, podemos afirmar que avanzar en la particular banda, suponiendo nuestro objetivo un punto de ella, no sólo puede acercarnos a nuestra meta, sino también alejarnos de ella. Esta paradójica situación será contrastada mediante la narración de una anécdota que ejemplifique el concepto de hermeticidad y clarifique al lector.

Érase una vez un ignorante individuo de técnico álter ego Elphin. Una fría mañana soleada, día único del año en el que los churumbeles de algunos países de tradición católica unánimemente deciden madrugar motu proprio, nuestro protagonista se dirigía, montado en un volador corcel subterráneo (Metro de Madrid, vuela), a proteger a una indefensa damisela electrónica. Resumiendo, concretando y “desonirizando”, iba a instalar un antivirus. Antes de entrar en materia, realizaré una breve definición de la hermeticidad, una de las veintiuna propiedades insólitas de la Red Universal Digital definidas por el catedrático Fernando Sáez Vacas.

—–

Hermeticidad, no; hermetismo, sí.

La hermeticidad es una propiedad negativa y, por tanto, indeseable. Ésta aúna las dificultades, obstáculos e impedimentos presentes en la R.U.D. que actúan como generadores de un campo de fuerza que rodea a ésta, barrera psicológica que se alza frente a los usuarios evitando la utilización, aprovechamiento o comprensión de la infraestructura tecnológica. Abstrayéndonos de toda particularización y considerando a los potenciales usuarios de la infotecnología como un todo, oso afirmar que la hermeticidad es una propiedad, aunque mutable, perenne, pues la subjetividad que conlleva su interpretación hace impracticable alcanzar una solución consensuada que dé como resultado el fin de ella, ya que la caída de un muro para uno puede significar el alzamiento de uno para otro. Sin querer entrar en mayor detalle y menos aún en absurdo debate, poniendo como ejemplo a un usuario del sistema operativo Linux y a otro de Windows, no resultaría difícil encontrar algún factor que atraiga a uno y cause repulsión al otro, y lo digo como usuario técnico y estudioso, pero en absoluto orgulloso, de múltiples sistemas operativos.

¿Por qué hermeticidad y no hermetismo? Aunque lo ignoro, posiblemente sea para mantener una homogeneidad entre las propiedades, visible tanto en su sufijo generador de nombres abstractos, –idad, como en su género femenino derivado del uso de éste; sin embargo, gracias a esta elección puedo hacer uso de la palabra hermetismo y asociarle un significado distinto. La vulnerabilidad, concepto propio del lado oscuro de la tecnología, es un factor que potencia la hermeticidad al causar desasosiego entre los usuarios de la R.U.D.; considerando el hermetismo de un sistema como su seguridad frente a ataques externos, podemos afirmar que hermeticidad y hermetismo son variables inversamente proporcionales.

—–

Caso práctico.

Tras esta extensa introducción, la cual permitirá disfrutar y comprender mejor los ejemplos, paso a exponerlos en orden cronológico directo.

-

1. Instalación del antivirus: Tras adquirir y registrar el producto, cuya marca omitiré para evitar publicidad negativa o positiva, recibimos dos correos con dos números de licencia diferentes. Después de analizarlos detenidamente, observamos que uno pertenece al programa y otro supuestamente al año de duración del contrato. Primer obstáculo, enviar dos licencias de numeración bastante similares únicamente produce confusión al usuario.

En el correo en el que se indica cómo insertar la licencia en el programa instalado no viene un enlace a éste, mientras que el que indica la web de descarga carece de instrucciones de registro. Al acceder a la página indicada hay que introducir un número de licencia, ambos valen, y el enlace observable sin desplazar el scroll nos permite descargarnos una versión de prueba completamente funcional, válida durante 30 días y, en teoría, registrable. Por otro lado, más abajo hay una sección de descargas, posteriormente otra de productos y finalmente enlaces a todos los programas. Resumiendo, un usuario cualquiera que acceda a la web, sin necesidad de registro, puede descargar dos versiones de un mismo programa, una completa (curioso que pueda descargarse sin licencia) y otra trial (de duración limitada pero con ubicación más accesible).

Si instalamos la versión trial, ésta nos permite introducir una licencia para registrarlo, pero tras introducirla, a pesar de estar registrada, su algoritmo nos muestra el número de días que faltan para que finalice el periodo de prueba. Es decir, aunque tengamos una licencia válida, incondicionalmente nos mostrará una pejiguera ventana durante 30 días, tras los cuales, como detectará nuestro número de licencia correcto, nos dejará continuar con su uso.

Después de desinstalar esta versión e instalar la otra menos accesible, el antivirus funciona correctamente, aunque su interfaz podría utilizarse como claro ejemplo de aplicación con ínfima “usabilidad”.

-

2. Validación de Windows: Tras la escabrosa instalación del antivirus, procedí a actualizar Windows. A pesar de que su propietario me aseguraba que la copia era original, algo que en ningún momento pongo en duda, los servidores de Microsoft no opinaban lo mismo. Como confío en las personas y la búsqueda de la copia original resultó infructuosa, tuve que hacer uso de básicos conocimientos técnicos para, manipulando el registro de Windows, poder modificar su clave a una que sorteara exitosamente el proceso de validación.

-

3. Actualización de Windows: Tras instalar las actualizaciones de Windows, al reiniciar el sistema éste nos obligaba a elegir entre dos cuentas “Usuario” y “Anónimo”, elección que no se producía anteriormente, ralentizaba el arranque y molestaba al usuario. La solución consistía en eliminar una tercera cuenta no relacionada con las dos mostradas, algo carente de toda lógica.

-

4. Actualización de Internet Explorer: Por si todas estas trabas fueran pocas, cuando parecía que todo el proceso había finalizado, se produjo la más curiosa, original (en años jamás me había sucedido algo igual, aunque sí similar pero de causas radicalmente distintas) y sobretodo molesta, la locura digital de la rueda del ratón. Al visitar una página web cuyo tamaño excedía los límites de la pantalla, cuando intentábamos usar la rueda del ratón para desplazarnos, tras detenerla, la vesania que la poseía hacía que ésta siguiera actuando, produciéndose un scroll indeseado en la misma dirección durante un par de segundos. La inverosímil solución consistía en modificar las propiedades del ratón para maximizar su compatibilidad con Microsoft Office.

—–

Conclusiones.

Las actividades llevadas acabo con el objetivo de incrementar el hermetismo de nuestro sistema instalando un antivirus y diversas actualizaciones que nos den seguridad en el uso del ordenador, a pesar de que a priori el avance causado por su ejecución exitosa debería suponer una reducción de la hermeticidad, tras los impedimentos encontrados, puede no sólo no haber reducido el rechazo psicológico hacia la infotecnología, sino incluso haberlo incrementado considerablemente, reforzando asimismo el tan temido miedo al cambio (“Virgencita, virgencita, que me quede como estoy”). Aquí se refleja el espíritu paradójico de la cinta de Moebius, ya que progresar hacia la reducción de la hermeticidad puede acabar alejándonos de ella.

P.D.: A pesar de que esté fuera de contexto, me gustaría plantear un pensamiento que, como vituperador de los “paso a paso”, siempre ha rondado mi cabeza. En mi opinión, la principal capacidad que un técnico (programador o ingeniero) debe tener no es la posesión ingente de conocimientos para saber qué hacer para resolver un determinado problema, sino la habilidad para saber cómo buscar la solución de un problema, en su más amplio y abstracto sentido.

2 comentarios sobre “Hermeticidad, propiedad de ansiada desaparición y perpetua manifestación”

  1. fsaez dijo:

    Muy ilustrativo este caso práctico de Hermeticidad del NET, válido como ejemplo para mostrar el interés y validez de ese conjunto de 21 propiedades del NET. Y también paradójico, porque muestra el cúmulo de barreras que forman el hermetismo de los instrumentos ofrecidos a los infociudadanos, a veces incluso, como aquí ocurre, para proteger su seguridad y en definitiva construir precisamente la propia hermeticidad de sus sistemas personales. Infociudadanos, dicho de paso, que adoptan sin quererlo el papel de “indefensas damiselas electrónicas”, o incluso de donceles, si el machismo lingüístico del redactor del post no hubiera concentrado su expresión sólo en la presunta debilidad del género femenino.
    Puesto que dicho redactor se preocupa mucho de las palabras, dato positivo, si se tiene en cuenta, como defiende Marinoff, el poder de la tradición escrita en el buen desarrollo cognitivo, quiero hacerle saber que efectivamente todas las propiedades del NET terminan en ´idad´, por conveniencia, pero en este caso es que además´hermetismo´y ´hermeticidad´, según el diccionario de la RAE, son lo mismo: ´Hermetismo´: cualidad de hermético (impenetrable, cerrado).
    Y, hablando de palabras, y escribiendo palabras, prevengo al autor y a todos del mal uso de la palabra ´correo´, empleado aquí con el significado de mensaje electrónico (Suele decirse “te envío un correo”, o “te envío un correo electróncio” p. ej.). ´Correo´significa el sistema, que puede ser postal o electrónico, y también conjunto de mensajes, cartas, tarjetas postales, etc. Mirad lo que dice el diccionario de la RAE: “Correo electrónico: Sistema de comunicación personal por ordenador a través de redes informáticas”. Lo que enviamos son mensaje electrónicos, no correos.

  2. elphin dijo:

    Estimado profesor (ahora sí), respecto al machismo atribuido al autor del post, debo remontarme al siglo XVII para despojarme de tal atributo y adjuntarlo a un sustantivo común e impersonal, la sociedad.

    En el susodicho siglo, el autor francés Charles Perrault publicó diversos cuentos (entre otros, El Gato con Botas, Cenicienta, Caperucita Roja y La Bella Durmiente) cuyas palabras iniciales mantenía inmutables “Il était une fois”, traducidas al inglés como “Once upon a time” y al español como las archiconocidas “Érase una vez”. Él fue el pionero fundador de un nuevo estilo literario, los cuentos de hadas; por lo tanto, homenajeándolo, inicié un párrafo con las palabras “Érase una vez”. Atribuyendo el machismo a la sociedad del siglo XVII, resultaría inconcebible que una historia protagonizada por un personaje masculino narrara el rescate de un doncel, por lo que para mantener la heterogeneidad de géneros propia de tales historias, elegí denominar indefensa damisela electrónica a la computadora, sin pretender de ningún modo ofender a persona alguna.

    Respecto a los términos ‘hermeticidad’ y ‘hermetismo’, que podrían ser acotados por comillas dobles, tiene toda la razón y es cierto que son sinónimos, pero aprovechando la descripción de ‘hermeticidad’ que usted propone y la libertad que la definición de la RAE dispone, me he permitido el lujo de coartar el significado de ‘hermetismo’ para, aun manteniendo su esencia, poder enfrentar ambos conceptos.

    En último lugar, son ciertas tanto la definición de ‘correo’ como de ‘correo electrónico’ y, por tanto, incorrecta su utilización si las personas que hacen uso de ellas no son conscientes de ello; sin embargo, el menda tiene mucha cara y conscientemente considera que al escribir ‘correo’ está haciendo uso de una figura retórica, la metonimia, y más concretamente una sinécdoque, en cuyo caso su utilización, al menos, no es incorrecta.

Deje un comentario

Debe identificarse para enviar un comentario.